El sandinismo de izquierda se transformó, con Daniel Ortega, en partido neoliberal y autocrático

Si hace 39 años el sandinismo en Nicaragua fue la esperanza de que una revolución de izquierda emancipara a las grandes mayorías de pobres; hoy, el sandinismo, encabezado por Daniel Ortega, ha puesto en una disyuntiva ideológica al movimiento de izquierda internacional, luego de gobernar con mano de hierro al mejor estilo fascista durante 11 años, igual o peor que el gobierno dictatorial de Somoza que ayudó a derrocar.

¡Se acabó el partido!

FSLN: del idealismo de justicia social para las mayorías y soberanía nacional; a partido conservador, familiar y clientelista

¿Jaque mate al orteguismo?

La ira acumulada explotó. Dos eventos, aparentemente disímiles, en menos de una semana, sacaron al país de su aparente mutismo. Primero la gente protestó por la lentitud y falta de beligerancia del gobierno de Daniel Ortega por controlar la quema de la reserva Indio Maíz, lo que hizo estallar los ánimos a tal punto de crear un movimiento denominado “autoconvocados”, sirva o no la definición para este tipo de iniciativas, pues lo cierto es que para movilizar a la gente se requiere de experiencia organizativa y está bien, para eso existe un derecho consignado en la Constitución sobre la libertad de protesta