Muchas personas transgéneros evaden los hospitales y centros de salud porque no quieren ser tratadas con la identidad legal, quieren que el Estado reconozca el derecho a su identidad social, la que han elegido.
Mística Taíz Guerrero es estilista y activista de la Organización de Personas Tras, ODETRANS. En esta entrevista afirma que el mayor problema que tiene la población transgénero en Nicaragua es la falta de una ley de identidad de género. Actualmente, las organizaciones de derechos de este grupo han elaborado un borrador de ley sobre el tema, sin que a la fecha se haya introducido a la Asamblea Nacional.
“A pesar de que existen resoluciones en el Ministerio de Salud, MINSA, para llamarnos por nuestro nombre social, como la resolución 671-2014, no siempre hay un cumplimiento, porque en los hospitales cuando llega una persona transgénero femenino tiene un nombre legal masculino”, explica Mística.
¿Por qué la falta de una ley de identidad es para vos el mayor problema que enfrenta la población transgénero en Nicaragua?
Si te enseño mi cédula de identidad, aparece mi nombre legal, sé y cumplo con mis obligaciones ciudadanas, por lo que considero también tener derecho de hacerme llamar como yo quiero ser llamada. El Estado ha ampliado ciertos derechos para la comunidad trans, tenemos compañeras trans que han sido operadas, con cambio de su sexo.
¿Cómo les afecta que no las llamen como ustedes quieran, en el caso específico de la atención médica?
En las consultas, a la hora de estar internada, a la hora de tener una enfermedad oportunista. En muchos casos las personas trans con diagnóstico positivo, en el caso del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), no quieren asistir a los hospitales porque las van a poner en sala de hombres, entonces no quieren. Prefieren dejar su estado serológico hasta una terminología de morirse a no asistir a un ministerio de salud o a un hospital.
Hay personas del ministerio de Salud que no están preparadas, que muchas veces, aunque tengan un reglamento, aunque tengan que cumplir con resoluciones ministeriales se rigen por sus leyes religiosas, a sus principios.
Los prejuicios sociales y religiosos que existen en esta sociedad, no debían existir porque somos un Estado laico. Los derechos no se cumplen porque la iglesia es muy influyente aquí en Nicaragua. Además, no existe un ente regulador que constate el cumpliendo de las resoluciones ministeriales de respeto y apoyo a las personas trans, en los diversos sectores de salud: hospitales, centros de salud, unidades de salud.
Hay personas del ministerio de Salud que no están preparadas, que muchas veces, aunque tengan un reglamento, aunque tengan que cumplir con resoluciones ministeriales se rigen por sus leyes religiosas, a sus principios.
¿La población trans conoce las resoluciones ministeriales que mandatan a respetarles, entre otras cosas, su identidad social?
Las resoluciones ministeriales del sistema de salud, como la 671-2014 y la 2009-41, mandatan a todo el personal de salud a que deben atender a personas de la diversidad con calidad y calidez.
Cuando hablamos con calidad y calidez es que te tienen que respetar todos tus derechos desde como quiero ser tratada, si me ves femenina yo quiero ser tratada femeninamente, eso hay que respetarlo.
Hay muchas quejas, el problema es que no hay evidencia porque la gente no hace denuncias, las trans no denuncian, simplemente, sus mecanismos de defensa son violentas, pelean con el personal de salud. El personal de salud asume que nosotras somos violentas pero muchas veces los trabajadores de la salud no asumen su atención con calidez.
Si yo llego a una unidad de salud, y me preguntan cómo me gustaría que me llamen, no por lo que estás viendo, ni por lo que estás leyendo, entonces yo digo a mí me gusta ser llamada como Mística Guerrero, ese es mi nombre social.
Se dice que la población trans está usando químicos para hacer sus cuerpos más femeninos…
La proliferación de personas que se identifican como trans, producto de la lucha de los movimientos sociales y las organizaciones sobre sus derechos, ha provocado otros problemas de salud, pues hoy en día vemos adolescentes desde los 14 años que son femeninos, que tienen el pelo largo, que no acceden al sistema de salud o es minoritario, no porque el Estado no quiera dar el servicio, sino porque la población no quiere asistir. Las compañeras no tienen ese compromiso de cuidarse y tener un diagnóstico temprano en VIH, y no sólo en VIH, sino en enfermedades oportunistas, enfermedades de transmisión sexual.
Asimismo, muchas trans están usando bioaceites, que son sustancias ajenas a nuestro cuerpo. Los bioaceites no son hormonas, son aceites minerales, siliconas liquidas que se inyectan, puede ser en los pechos, en las caderas y que luego puede lacerar tu piel, crear muchas infecciones en la piel, eso es un problema de salud porque desmejora la calidad de vida de estas personas y les provoca la muerte porque inclusive quienes realizan estos procedimientos son personas que no son profesionales, no son médicos, son personas clandestinas que ejercen este procedimiento, y un mal procedimiento puede estar dirigido a la vena, al corazón y puede provocar la muerte a cualquier persona.
¿El ministerio de Salud de Nicaragua sólo puede hacer operaciones de cambio de sexo?
Sabemos que las cirugías para hacerse busto, cadera, son costosas y en el sector salud no está contemplado, en muchos casos ni siquiera las hormonas para nosotras. Además no existen endocrinos especializados en este país. Tengo conocimiento nada más de cuatro endocrinos y ellos no están capacitados en procesos transitorios para la población trans.
Los procesos transitorios en Europa y en Latinoamérica, en países como Argentina tienen endocrinos capacitados para estos procesos, en donde hay un consejo multidisciplinario que hacen un perfil, saben qué hormonas ponerte que no te van a afectar, que no te van a dar efectos secundarios y que son avalados por el Estado del país. Acá no tenemos eso.
Lo que consumimos en este país es porque lo conseguimos, porque nosotros lo compramos en la farmacia, porque la enfermera me lo recomendó, porque mi amiga me dijo, porque aquella se lo hizo y le cayó bien, pero todos los cuerpos son diferentes, esto es un problema de salud y un problema social porque afecta la salud, la calidad de vida, a la sociedad porque creamos mortalidad dentro de esta sociedad. Independientemente que seamos una sociedad excluida tenemos familia, tenemos hogares, aportamos a esta sociedad, entonces esto afecta bastante.
Soy una persona que aporta económicamente a mi país, pago mis impuestos, soy una persona que aporta a esta sociedad, que vive, que trabaja, que sonríe, que respira, mis derechos son iguales a los de todos.
¿Qué cambiaría si se aprueba la ley de identidad para la población trans?
Aquí en Nicaragua vos te podes cambiar el nombre de femenino a femenino y de masculino a masculino, pero no hay una ley de identidad de género que te ampare que vos podás cambiarte tu nombre femeninamente y eso no va a cambiar tus deberes, tus obligaciones, el número de cedula es el mismo, tus obligaciones son las mismas.
La aprobación de la ley de identidad cambiaria, porque una vez que yo te enseño el documento, independientemente de lo que la gente vea, tiene que cambiar la forma de pensar de muchas personas.
Cambiaría a la hora de hacer una denuncia, un proceso jurídico legal, esto fortalece no sólo a la población trans, sino a toda la nación, pues se hablaría de un país que incluye con sus derechos a todas las personas sin excepción.
Mucha gente dice que si piden y aceptan la ley de identidad, después se quieren casar, pero están en su derecho; como ciudadana y ciudadano de una nación tenés los mismos derechos de todas las personas.
Soy una persona que aporto económicamente a mi país, pago mis impuestos, soy una persona que aporta a esta sociedad, que vive, que trabaja, que sonríe, que respira, mis derechos son iguales a los de todos.